1- Prepara un puré de plátano y extiéndelo sobre todo tu rostro dando suaves masajes circulares con la punta de los dedos. Deja actuar y retira igual que los anteriores.
2-Pela una papaya madura (puedes guardar lo que no vayas a utilizar en el refrigerador para aplicaciones posteriores o simplemente para un vaso de jugo) y reduce a puré su pulpa. Extiende sobre la cara y el cuello y déjala actuar por no más de cinco minutos. (Esta mascarilla es ideal para pieles normales y grasosas)
3- Aplasta la pulpa de una manzana hasta que quede suave y aplica sobre el rostro por un máximo de siete minutos.
4- El pepino es otro elemento natural especialmente beneficioso para pieles grasas o normales. De la misma manera que con la papaya y la manzana, prepara una mezcla de su pulpa y aplica. Deja actuar por el mismo tiempo y retira con agua templada.
Si tu piel es grasa, puedes usar las cuatro máscaras anteriores y estas otras:
1- La piña es una fruta que ayuda a contrarrestar los ácidos grasos. Coge un trozo y frota sobre todas las áreas grasas del rostro con un movimiento circular. Hazlo alrededor de unos diez minutos y aclara con abundante agua.
2- Mezcla bien media cucharadita de bicarbonato de sodio, media de ralladura de limón y tres cucharadas soperas de agua. Aplica sobre las zonas grasas del rostro. Deja actuar por quince minutos y retira con abundante agua, si es tibia mejor.
3- Prepara una mezcla con la yema de un huevo y una cucharada de azúcar morena hasta que quede suave. Extiende sobre toda el área grasa. Deja actuar y retira.
4- Con una cucharadita de sal y una botella de agua se prepara una excelente loción astringente que nos ayuda a limpiar el rostro. Luego seque con suavidad dando ligeros golpecitos por toda el área para activar la circulación subcutánea.
Si estás cansada luego de una agotadora jornada de trabajo y debes salir esa noche, lo más seguro es que la piel de tu rostro esté opaca y como sin vida. Para devolverle su luminosidad lo mejor es aplicar la clara de un huevo por toda el área y dejar por diez minutos. Pasado ese tiempo, aclara con agua fría y verás lo radiante que luces. (Este remedio es solo de uso temporal y cuando no tengas el suficiente tiempo como para aplicar alguna mascarilla).
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