Todos sufrimos de una u otra manera por nuestro cabello. Que sí lo tenemos muy débil, seco y quebradizo; que si no tiene volumen; que es muy poco o por el contrario, demasiado y no lo podemos cepillar bien; que si teñido o laceado con la plancha. En realidad tenemos muchos motivos para “coger lucha” con nuestro cabello. Este, junto al rostro, constituye nuestra mejor carta de presentación al mundo y debe estar lo mejor posible.
El cabello constituye el marco ideal para nuestras facciones. Las acusa, haciéndolas más atractivas a la mirada del que nos ve. Puede hacernos lucir mayores e igualmente “quitarnos” varios años de encima. Todo depende de su color, forma, volumen, largo y de cómo lo llevemos. Por esto debemos prestarle cuidados especiales.
Empecemos por nuestro primer miedo: las puntas florecidas. Tengamos cabellos grasos, normales o secos enloquecemos cuando notamos algunas las puntas de nuestros cabellos abiertas y entonces empieza la locura. Algunas acudimos rápidamente al estilista para eliminarlas, pero ¿qué hacer sí estamos dejando crecer nuestro pelo? Entonces lo mejor es usar la manzanilla como remedio para que las puntas recuperen su salud.
Hierve un manojo de manzanilla en una taza con agua para que se concentren mejor sus propiedades. Aplica con un algodón en las puntas y envuelve en una toalla. Después puedes lavar tu cabello o simplemente dejarlo impregnado de esta solución. Es incoloro e inodoro, así que no te causará ningún daño. De la misma forma puedes hacerlo en la noche y lavarlo en la mañana.
Si además de esto, tus puntas son quebradizas, el aceite de almendras te ayudará a fortalecerlas. Empapa un algodón en él y aplícalo en tus puntas, pero esta vez envuelve en un nylon para una mejor absorción. Deja actuar por veinte minutos y lávalo.
0 comentarios:
Publicar un comentario