Las rutinas de belleza faciales tienen varios pasos, y cada uno de ellos se realiza con una finalidad concreta, aunque el objetivo final siempre es poder presumir de una piel suave, uniforme y con el mínimo de arrugas. Para conseguir que así sea, tenemos que darle mucha importancia a otros aspectos fundamentales, como lo es la limpieza diaria, la cual podemos reforzar con otros tratamientos una vez por semana.
Hoy veremos cómo limpiar los poros del cutis, de modo que puedas evitar que se obstruyan y que acaben por mostrar granitos y otro tipo de imperfecciones. El primer paso es, obviamente, desmaquillar, limpiar y lavar la piel perfectamente. No olvides retirar todo resto de maquillaje también en tus párpados y pestañas. Mientras te limpias bien, ve poniendo agua a hervir en una olla.
DILATACION DE LOS POROS
A continuación pasa el agua a un bol (o utiliza la propia olla) y acerca la cara para que el vapor te ayude a dilatar los poros. Ponte una toalla cubriendo la cabeza para que el vapor se concentre en la zona a tratar y no se expanda. Acércate lo suficiente para que te dé en el rostro pero con cuidado de no quemarte. Sepárate de vez en cuando para respirar bien y repite la operación varias veces. Unos minutos después notarás que la suciedad interna ha aflorado; retírala con unos pañuelos de papel. Puedes apretar un poquito algunos poros para facilitar su limpieza, pero con cuidado de no dejar marcas.
LA MASCARILLA PURIFICANTE
Envuelve un cubito de hielo en un trozo de papel de cocina y pásalo por todo el rostro para desinflamar y calmar la piel, además de volver a cerrar los poros. Una vez tengas el cutis limpio y seco aplícate una mascarilla que prepararás con un yogur natural y una cucharada de miel. Mezcla bien hasta lograr una pasta homogénea y aplícatela con una brocha limpia. Déjala actuar 10 minutos y después aclárala con agua tibia. Con el paso del tiempo notarás cómo tus poros se van desobstruyendo y tu cutis tendrá una apariencia ideal.
0 comentarios:
Publicar un comentario