La base de maquillaje es tal y como su nombre indica la ‘base’ de todo nuestro esfuerzo, y es que si no conseguimos que este primer paso quede perfecto muy difícilmente podremos lucir una buena imagen.
A la hora de elegir tu base ideal puedes tener en cuenta algunos consejos en función de tu tipo de piel o de tu tono, esto ya lo sabes, pero puede ser imprescindible también que tengas en cuenta otros factores como éstos:
A la hora de elegir tu base ideal puedes tener en cuenta algunos consejos en función de tu tipo de piel o de tu tono, esto ya lo sabes, pero puede ser imprescindible también que tengas en cuenta otros factores como éstos:
Para empezar, cuando vayas a tu perfumería dispuesta a hacerte con uno, lo mejor es que lleves un pequeño espejo en el bolso, porque lo que te queda fenomenal bajo la luz artificial de la tienda puede resultar muy poco favorecedor bajo la luz del sol.
Pero, ¿cómo acertar con mi elección? Según dicen los especialistas de Max Factor, la base perfecta es aquella que resulta cuando aplicándola en la zona del rostro entre los pómulos y el contorno de la cara resulta invisible.
Recuerda que la base está pensada para corregir defectos y para dar un mejor aspecto al rostro, no para aparentar una piel más morena. Si acabamos de romperte un mito, haznos caso y deshazte de todas esas bases varios tonos más oscuros, pues posiblemente llevas mucho tiempo perjudicando a tu propia imagen… Los tonos que elijas deben ser siempre de tu mismo tono o como mucho de un tono inferior y nunca superior, pues te dará un aspecto demasiado artificial.
Por otra parte, y aunque posiblemente no te lo habías planteado, no puedes utilizar la misma base durante todo el año, pues tanto el color como las características de tu piel suelen cambiar: puedes hacerte con una crema con color para el verano, con una base suave para el invierno, o con un tono intermedio para primavera y otoño, por ejemplo.
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